jueves, 21 de marzo de 2013

nido

el silencio agigantaba el grosor de las ramas
la siesta trepaba el calor del follaje.

inventé un cuento con todas las sonrisas que me diste
y todas las noches que me hiciste dormir
te conocí en los abrazos

parecida a muchas otras
el oído se detiene a rastrearlas
hay una canción que comparten
las notas, las palabras, son las mismas
los latidos reconocen las cadencias
y los abrazos

tambor de leche sonando
en las mediasombras de la siesta
se enredaba el cabello ondulado
ardían las orejas al sol
me diste un nombre
y me aferré a la idea de plumas escarchadas

estaba frío cuando nos despedimos
te pedí las manos
estaban heladas y ásperas
me contaste de tu cicatriz en el jardín
sentadas cerca del floripondio
dió campanas para las abejas por cuatro veranos más

palmas y nubes ciruelas
el amor viajo a través del polvo estelar

hasta atravesarme