lunes, 4 de septiembre de 2017

ofrenda

escuchá ese ruido
esto es una ofrenda
así suenan las multitudes
y las certezas de todas las respiraciones juntas

quisiera un monte sin caminos que me llevara hasta tu abrazo
quisiera el viento en la cara por un rato
y que vuelva el misterio de no intentar clasificar el mundo y sus cosas

estoy en la luz de la terraza desierta
se acaba el frasco de mi preferida
y pienso que está bien
mejor no estar atada a un solo modo de ver las cosas
a un solo filtro
aquí sentada
me abrazan las veces que nos miramos sin tiempo
me cantan los grillos
cuando era chica pensaba
que las estrellas hacían ruido de grillos

esto es una ofrenda
la ofrenda es encontrarme en lo poco que abunda
escucharme en la multitud que abraza, que quema de amor y tristeza
la ofrenda es volver a los nudos cuando pensé que ya no estaban
es no quedar enredados de nuevo

te ofrendo estas palabras a través de una pantalla


1 comentario:

Víctor Ramés dijo...

Tan exacto: "que las estrellas hacían ruido de grillos". Qué hermoso poema. Tan urgente, tan reflexivo. Me hizo acordar a "El Sacrificio" de Tarkovski. A la voluntad performativa del arte